¡Heidi también viaja en bicicleta! by Ana Zamorano Ruiz

Los cantones más orientales de Suiza son probablemente los menos frecuentados turísticamente hablando. Es por esto por lo que pedalear las últimas cuatro etapas de la ruta del corazón nos gustó tanto. Durante estos días cruzamos pueblitos con mucho encanto entre verdes laderas, unas cuantas granjas típicas suizas de vacas y caballos junto con la oportunidad de interactuar con algunos de sus granjeros, así como la visita a varios cascos históricos y quesería para degustar uno de los mayores secretos del país: el queso Appenzeller.

Durante estos días atravesamos los tres cantones con los Alpes como telón de fondo finalizando la ruta en bicicleta en el Valle del Rin y Lago Constanza, frontera natural con Alemania. No han faltado chapuzones en lagos y ríos que hemos encontrado en el trayecto, así como el disfrute de la gastronomía local e internacional e interacción con algunas de las gentes que hemos cruzado a nuestro paso. Y, es que aprender un poco de suizo alemán –idioma local- te abre algunas puertas, y corazones. De igual forma nuestra estancia en el país helvético culminó en el distrito más desenfadado y ambiente hipster de la ciudad de Zurich donde sus gentes disfrutan de las actividades acuáticas como el paddle surf, una barbacoa o picnic a orillas del lago o, sin ir más lejos, del surf; porque si los suizos no tienen mar, ¡lo traen!

Nuestro recorrido dio el pistoletazo de salida en el pueblo de Rapperswill, donde finaliza el lago Zurich, más conocido como ‘el mar de Zurich’ después de haber tomado un tren junto con nuestra bicis. Los cantones que recorrimos y sus vistas a zonas más altas nos permitió tener una visión general de lo que Suiza puede ofrecer a todo aquel que se quiera aventurarse por estas tierras: desde recorrer zonas más bajas y menos frecuentadas como esta ruta 99 perfectamente señalizada en todo el trayecto, hasta zonas alpinas más famosas y transitadas. De esta forma podríamos decir que, aunque otros cantones pueden llegar a hacerles sombra a los que nosotras vamos a recorrer, tienen mucho que ofrecer. Además, ¡qué mejor que descubrirlos y ser sorprendidas sobre dos ruedas! Ya sea en bicicleta propulsada por una misma –como fue nuestra elección- como alquilando unas e-bikes, también disponibles en las diferentes opciones de rent a bike -alquilar una bicicleta- en la mayoría de las estaciones de tren del país. Suiza lo tiene todo para aquellos que disfrutamos del viaje lento y la aventura conociendo desde otro punto de vista un país que tiene infinitas cosas que ofrecer a nivel cultural, naturaleza y también gastronomía.

Así es como después de descubrir lo que Rapperswil ofrece a sus visitantes pusimos el timón hacia Wattwil, con su casco histórico denominado patrimonio. Durante el camino pudimos empezar a disfrutar de las primeras subidas entre verdes colinas por carreteras poco frecuentadas y caminos gravel entre granjas locales. Continuamos en la segunda etapa hasta Herisau por algunos de los rincones de la región de Toggenburg. Los pueblitos de Krinau y Liblingen, el río Thur y la montaña Säntis como referente emblemático en la ruta y desde cuya cima se pueden divisar seis países diferentes. De esta forma continuamos hasta Altstätten, de nuevo en el cantón de St Gallen, donde seguimos pedaleando entre verdes laderas y el macizo Alpstein como testigo de nuestras pedaladas. La que denominamos la etapa reina nos lleva a degustar uno de los mayores secretos del país helvético: su queso Appenzeller, pasando por su quesería demostración y culminando en un bosque gravel de un intenso verde, misticismo y tranquilidad absoluta donde no nos resultó difícil sorprender unos cervatillos a nuestro paso. La etapa final de esta ‘ruta del corazón’ termina en el lago Constanza no sin antes haber superado el puerto de St. Anton a 1100m con sus increíbles vistas a los Alpes de Vorarlberg por un lado y, por otro, del propio lago pasando por los pueblos de Walzenhausen y Rheineck, lugares perfectos para seguir viendo granjas, viñedos y seguir degustando algo de su gastronomía. Un viaje de media pensión organizado por EuroTrek, la agencia líder en el sector de la bicicleta y la aventura en el país que culminó con un chapuzón en el Lago Constanza y, con la típica resaca de bicicleta que nos permitió recargar pilar en las zonas más hipster y cool de Zurich. Pero, antes de que te sumes al viaje de estas tres Heidis Modernas, no dudes en descargarte la app gratuita “Switzerland Mobility”  - ¡todo un must para exprimir el país de tantas formas posibles quieras!

 Para +Info entra en myswitzerland.com

Muy pronto os podréis descargar el Diario de Viaje en la Página de Suiza Turismo con toda la información y detalles de nuestro viaje de 9 días en bicicleta por las últimas cuatro etapas de “La Ruta del Corazón” además de recorrer la bonita ciudad de Zurich ¿Te apuntas?

Un día de invierno en La Graciosa by Ana Zamorano Ruiz

Una habitación sin paredes,
un coche sin puertas.
No hay techo más grande que las estrellas.

Y el sol cayendo a un lado,
de mi ventana,
de mi hombro,
del volcán sin lava.

Invierno en La Graciosa.

ENG. A room without walls
a car with no doors.
There is no roof bigger than the stars.

And the sun falling aside
from my window,
from my shoulder,
of the volcano without lava.

A winter day in La Graciosa.

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A coincidence, Armenia by Ana Zamorano Ruiz

One hot day in Armenia, climbing up a pass, a car appeared when I realized a kid was driving sitting on an old man legs. When they both looked at me, I did this ?; The same gesture was back to me from the kid and we both smiled after all. About finished the pass some hours later, parked my bike under a shadow when this woman appeared with three sheep. It was probably one of those moments in which I don’t have much energy left to speak, just drinking. But as she insisted I popped in to hers and not only helped her in the garden, lynched honey, had a shower, amazing food and milked the cow. Such a coincidence when we realized the child I greeted with my tongue on the way up was this woman’s grandson. We played and laughed together for some hours

Humanity by Ana Zamorano Ruiz

Al final del día, todas las diferencias que tenemos con los demás se basan en criterios superficiales. Todos compartimos la misma experiencia humana y somos más parecidos de lo que pensamos. Todos tenemos esperanzas, miedos y deseos similares, y es exactamente a este nivel humano que podemos forjar una conexión profunda con los demás. La vinculación con otros basada en sus experiencias comunes hace que cualquier relación sea real, basada en la confianza y la afinidad

ENG. At the end of the day, all the differences that we have with others are based on superficial criteria. We all share the same human experience and we’re more similar than we think we are. All of us have similar hopes, fears and desires, and it’s exactly at this human level that we can forge a deep connection with others. Bonding with others based on your common experiences will make any relationship real, grounded in trust and kinship

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"Haz el bien a los demás", Amristar- India by Ana Zamorano Ruiz

Para llegar al estado de Punjab tuve que tomar un tren de 23h, y como me gusta estar siempre rodeada de locales, había comprado un billete en la tercera litera del vagón Sleeper class por 4 euros. Tres samosas que compré antes de subirme me hicieron conocer a un hombre que dormía frente a mí y que no sólo me compartió wifi sino charla. En India no hace falta planear nada mucho, y más en cuanto a comida se refiere; pues vendedores ambulantes andan rondando por los vagones sin importar la hora que sea. El único riesgo que corres es que la comida esté en mal estado o, te siente mal. Pero esto también forma parte de India y, hay que asumirlo.

Los vagones son abiertos y las camas no son más que una dura tabla con unas cadenas que acaban sujetas en el techo. Viajar en este vagón es sumergirse de lleno en la cultura pues, en su mayoría, los indios son muy curiosos a la hora de ver a una extranjera viajando así. Elegí subirme hasta la capital del estado de Punjab por todo lo bueno que había leído y escuchado sobre los Sijistas, una gran comunidad religiosa y guerrera que no sólo tiene fama de hospitalarios sino de grandes empresarios y que, además, conciben la igualdad de genero desde tiempos remotos. Esta mezcla me chocaba tanto que quise comprobarlo con mis propios ojos. 

Llegué antes de la madrugada así que seguí el “allá donde fueras, haz lo que vieras” y me acurruqué en una esquina abrazando la mochila haciendo tiempo para que el sol saliera. Las estaciones en India son hostales gratuitos donde la gente se tumba a dormir en el suelo mientras espera a su tren. Cuando amaneció, salí y caminé hasta el centro de Amristar sin haber reservado hostal, y con dirección al Templo de Oro, su meca. Un lugar mágico, con un gran lago sagrado y muchos comedores públicos donde todo el mundo es tan bienvenido que dan de desayunar, comer y cenar de forma gratuita a 100.000 personas diarias.

Y fue saliendo de desayunar que me encontré con este hombre que se prestó voluntario a no sólo hacerme un recorrido y explicación cada rincón sino a alojarme -también gratis- en una habitación del templo con más viajeros. Para despedirse me dijo que, como sijista, debía de bendecirme bajo las palabras, “Haz el bien a los demás”

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An Island for Lepers, Uganda by Ana Zamorano Ruiz

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I knew my pass to climb the ultimate gorilla trek in Uganda was the 17th of August so I took a 15h bus from the north part of the country to arrive in Kabale with enough time to discover how to get to the jungle without an agency. I remember I met a couple of backpackers on the bus and told me they wanted to go to one of the islands in Lake Bunyoyi so I started to think about it too.


I bargained the price to go there by boda-boda (a motorbike taxi) and reached at the lake one hour after. As always in Africa I had to discuss the price for this boat. I wanted to go to an eco place with, apparently, an amazing views but it was late and started getting a bit dark so I quickly jumped on the small boat.


But when we were far enough from the mainland, I discovered the captain - this child- couldn’t speak English and didn’t know a clue about the place I wanted to go. Damn! A storm was also coming and it was already completely dark. So I told him to park by a random island, and jumped off the boat with my backpack with the excuse of I wanted to go to the bathroom. After this, I discovered it was a house nearby so I went there and knocked the door but nobody was there. I started walking to the top of the island where I saw there were some houses but some plants bite me and the rain started. I quickly run back to the white house when suddenly I heard some people coming back from the water. They were a couple from Poland who are doctors and were helping the people from that island, because the island I landed at was an island for lepers.